CAPITULO GENERAL EN 2016

El próximo año 2016, celebramos en Roma nuestro Capítulo General. 

Casa General de los Padres Blancos en Roma

Como su nombre lo indica, se trata de la gran asamblea que, cada seis años, reúne a los Misioneros de África (Padres Blancos) dispersos por el mundo, con el fin de evaluar el trabajo realizado e identificar, iluminados por el Espíritu, los caminos a recorrer para realizar la misión que nos ha sido confiada. Todos los compañeros estamos invitados a involucrarnos en él, al menos, proponiendo temas, expresando opiniones, sugiriendo soluciones y eligiendo a los compañeros que nos animarán, guiarán y representarán durante los próximos seis años. Inútil decir que es también fundamental el que recemos por él.

Carlos Lavigerie, nuestro fundador.

Es un momento importante en la vida de nuestra familia misionera. Comenzamos evaluando nuestra actividad durante los últimos seis años. Sigue un tiempo, en el que se establecen las grandes orientaciones para el futuro, se toman las decisiones oportunas que favorecerán la actividad misionera, según el Carisma de la Sociedad y las exigencias del momento histórico. El Capítulo es el primer “poder” de nuestra Sociedad misionera; algo así como nuestro “parlamento” y “gobierno central” para todos sus intereses espirituales y materiales. El Capítulo General es también una celebración de familia.

Se propone que el próximo Capítulo trate los tres siguientes:

1.“Revisitar” Nuestro Carisma misionero

El Capítulo de 2016 tendrá como telón de fondo la celebración, en 2018, de los 150 años de la fundación de nuestra Sociedad por el cardenal Carlos Lavigerie. Una buena ocasión para “revisitar” nuestro carisma, no con el fin de hacer un trabajo de arqueología, sino para conectar con nuestras raíces y alimentarnos de su savia original, que nos permitirá desarrollar ramas nuevas y producir frutos adaptados al momento presente. Se trata, en realidad, de releer nuestra historia a través de esos años y de tomar viva conciencia de los valores que, tanto en sucesos como en fracasos, nos han animado siempre y, finalmente, se trata de preguntarnos qué aprendemos para el futuro.

Desde ya, pienso intuir la respuesta correcta: se trata de seguir a Jesucristo, el verdadero evangelizador de África, como lo es del mundo. Esto nos enlaza con la experiencia y deseos de nuestro Fundador, con lo que vivieron nuestros primeros compañeros y sigue viviendo la mayoría de los actuales.
Deseo que el Capítulo de 2016 dé una respuesta articulada a la pregunta de ¿cuál es nuestro Carisma?, y que la inserte en las Constituciones.

2. Compromiso por la Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación.

En nuestra familia misionera ya llevamos bastante tiempo insistiendo en estas ideas y comprometidos con estos valores. El momento ha llegado de renovar su enfoque. La Encíclica: “Laudato si’ ”, que acaba de publicar el Papa Francisco, nos ayudará en ello. Nosotros solemos hablar de ecología ambiental; el Papa habla de ecología integral, relacionando estrechamente lo ecológico y lo social. Presenta una visión entusiasta y global. Según él, todo está conectado. Hay que refrescar el pensamiento y buscar caminos nuevos de acción. El todo bien inserto en la evangelización.

3. Compromiso en África y fuera de África

En la gestión del personal misionero, es decir: en su distribución para el trabajo, los Padres Blancos hemos distinguido siempre nuestra misión en África y nuestra misión fuera de África, lo que no impedía que fuésemos una Sociedad única y con una única misión. Muchos de nosotros nos hicimos Padres Blancos porque queríamos ser misioneros en África. Nuestro juramento misionero fue, y sigue siendo, el de consagrarnos hasta la muerte a la Obra de las Misiones de África, aunque, en mi caso, por ejemplo, he realizado mi misión fuera del continente africano bastantes años. Sin embargo, siempre me he sentido misionero de África, con la conciencia de participar en la única misión de la Sociedad.

Hoy, algunos compañeros piensan que debemos suprimir esa distinción y que, con relación a los nombramientos, tenemos que tratar por igual a todas las Provincias, estén en África o fuera de África. En realidad, lo que está en juego es “la referencia a África”. En mi opinión, necesitamos clarificar las ideas. Por una parte, tenemos que preguntarnos: ¿qué motivos hay para fundar fuera de África, cuando no conseguimos responder a las llamadas que nos llegan de ella? Nuestro Fundador, el cardenal Lavigerie, dijo claramente que nosotros éramos para África, y que dejásemos a otros, otros campos de apostolado, que lo harían mejor que nosotros… Por otra parte sin embargo, con la inmigración hoy día, el mundo africano se encuentra entre nosotros. Un discernimiento profundo, que recoja todos los elementos de esta cuestión, es necesario. Lo importante es que todas nuestras iniciativas, nuevas o antiguas, estén en la línea de nuestro carisma.
Un abrazo cariñoso desde esta bella ciudad de Roma.

Pello Sala